lobo y caperucita

lobo y caperucita

domingo, 31 de mayo de 2015

Actividad 5: Biblioteca de aula y animación a la lectura

                            BIBLIOTECA DE AULA Y ANIMACIÓN A LA LECTURA

En este bloque, teníamos que elaborar un rincón de biblioteca para una clase de infantil. Para ello nos pusimos en grupo, éste está formado por:
 
  • María C. Arroyo
  • Ana López
  • Beatriz Macías
  • Samara Olavarría
  • Yaiza Rodríguez 
  • Carmen Sánchez

El objetivo era crear una biblioteca de aula respondiendo a los siguientes criterios:
  1. Situación en el aula (plano).
  2. Diseño.
  3. Contenido /fondos (justificado).
  4. Organización y gestión.
  5. Dinamización y animación.

1.       UBICARLA EN UN PLANO

Hemos decidido ubicar nuestro rincón de lectura en una clase de 5 años, porque a esta edad los niños muestran más interés por la lectura. Además hay algunos niños que saben leer y otros a los que les cuesta más, por eso hay que potenciar la biblioteca para motivar a aquellos que no tienen esa fluidez adquirida aún. 




Nuestra biblioteca estará ubicada al lado de una ventana y lejos de la puerta para que no entorpezca ni se interrumpa cuando queramos entrar o salir. Estará cerca de una gran ventana para que entre toda la luz natural posible. Se tratará de una zona recogida porque así se convierte en un lugar para estar tranquilos y relajarse e incitar a la lectura. Hemos elegido este rincón debido a su gran luminosidad y calidez.

2.       DISEÑO

La biblioteca contará con un mueble en forma de “L”, para que esté cercado para identificar cada rincón del aula. La altura de los muebles lo suficientemente alta como para que lleguen a coger los libros y para que no se den con el mueble en la cabeza. Estará a dos alturas, en la balda que esté a la altura de sus ojos se encontrarán los libros que tengan que ver con el tema que se esté trabajando en el aula, en la segunda balda habrá otros libros que no tengan nada que ver pero que les guste y les interese.

El suelo estará formado por unas piezas de puzzle en goma eva o acolchado, y cada uno de los niños traerá de casa un cojín de su casa para que se sientan cómodos, como en casa.



En cuanto a la ambientación, irá variando según el tema de la semana que se esté trabajando. Los libros estarán colocados de frente, con la portada hacia afuera para que sean atractivos para los niños.

Para que nuestro rincón de lectura resulte atractivo, les pediremos ayuda a los niños para que se sientan parte del proyecto. Haremos un caminito desde la entrada de la clase hasta el rincón de la biblioteca. Les pediremos a los niños que piensen o nos digan cuál es su libro favorito, lo escriban en una cartulina que les demos que tendrá forma de libro, además les pediremos que dibujen la escena que más les guste o el personaje que ellos quieran referente al libro elegido. Los plastificaremos, después los pegaremos en el suelo con aerofix.  La idea es como en la foto que aparece abajo.



Los libros estarán clasificados por formas y colores. Colocaremos una cartulina en el mueble, un lugar que se vea pero sin tapar las portadas, de tal manera que el color verde será los libros paraliterarios, el azul será los libros literarios, el morado para los libros hechos por ellos y el color naranja para los libros que traen de casa. Con esto queremos que clasifiquen e identifiquen los libros. Además colocaremos un gomet en la portada del libro, del mismo color que las cartulinas, de esta forma podrán a la hora de recoger, colocarlo en su lugar correspondiente, lo que les dará autonomía.

Tendremos una estantería encima del mueble, en el que colocaremos los libros de la profesora: textos folclóricos, libros de obras de teatro para representar, etc., éstos estarán en otro color (rosa) para que sepan los niños que esos son los libros que utiliza la profesora.

En otro mueble con forma de animal, colocaremos los periódicos, revistas, es decir, documentos de interés general. Además también contarán con cómics. El color utilizado será el rojo.

3.       CONTENIDOS/FONDOS

Para desarrollar este apartado debemos tener varios aspectos en cuenta. El primero, como ya es habitual, es la edad en la que va dirigido. ¿Por qué? Porque la edad, en concreto, la fase evolutiva es la referencia para conocer el momento evolutivo del niño a distintos niveles: cognitivo, lingüístico, perceptivo-motor, etc., que estará 100% relacionado con sus intereses y gustos. Por tanto, la edad es nuestra primera referencia para la selección y gestión de fondos. Si tenemos en cuenta que a esta edad son primeros lectores, tendremos que buscar libros que les sean atractivos por su temática, por la identificación con personajes y situaciones, por imágenes que apoyen visualmente la lectura, textos que den lugar a la imaginación y a la creatividad, etc.

Si además tenemos en cuenta que para crear nuestro fondo tenemos recursos limitados, tendremos que seguir un criterio de selección que nos facilite tener un buen fondo, lo más adecuado posible a nuestros lectores de 5-6 años.

Nuestro planteamiento es el siguiente:

Como nuestra aula es de 24 niños y tenemos un límite de fondos como mencionamos anteriormente, nos hemos planteado tener un fondo de 48 libros, 2 por niño. Nos gustaría tener más, de hecho, nos encantaría no tener límite, pero para empezar, nos conformamos.

De esos 48 libros, hemos dividido nuestro fondo en 2 partes:

La primera está dedicada a libros literarios.

La segunda está dedicada a libros no literarios, paraliterarios y libros creados en el aula, por los niños y/o el profesor.

En principio, pensábamos repartir los fondos al 50%, pero después de meditarlo hemos decidido dedicar un 60% de los fondos a libros literarios y el 40% al resto. El motivo principal es crear un buen fondo literario, que creemos que es fundamental en la biblioteca de aula por sobrados motivos. Y el otro motivo, es que los fondos no literarios se van a ir incrementando a lo largo del curso con distintas fuentes, por ejemplo, con la creación de libros en el aula. Por tanto, damos más valor a la parte literaria porque debe tenerlo por sí misma y porque la otra parte irá incrementándose por otras fuentes.

¿Qué libros seleccionaríamos para el fondo literario?

Esta pregunta es muy complicada porque nos gustaría contar con más títulos de los que vamos a hablar, pero basándonos en los criterios de edad, con la limitación que tenemos (un 60%), y teniendo en cuenta los gustos e intereses de los niños, hemos elaborado una lista de 15 libros, que creemos interesantes para el aula. La mayoría están enfocados a esta edad que hemos seleccionado, pero hay otros que por su valor intrínseco creemos que deben estar en el aula independientemente de la edad, ya que sea por su función poética ("Adivina cuanto te quiero"), por un tema que tenga especial interés para los niños, porque trate de un aspecto que pueda plantear dudas o intereses a los niños por diferentes motivos (adopción, aspecto físico, etc.). Y por último, recordar que esta lista no es inamovible, es decir, sería una posible selección, que en función de los gustos, intereses, temas que surjan en el aula, etc., podemos cambiar por otros según la demanda de los niños, y sin olvidar, por supuesto, estar atentos a los nuevos títulos que pueden ir surgiendo en el mercado editorial.

Según estos criterios, hemos seleccionado estos títulos:

  1. “Cuéntame otra vez la noche que nací” de Jamie Lee Curtis
  2.  “La vaca que puso un huevo” de Andy Cutbill
  3. “Adivina cuanto te quiero” de Sam McBratney
  4.  “Elmer” de David McKee
  5. “El pez arcoíris” de Marcus Pfister
  6. “A que sabe la luna” de Michael Grejniec
  7.  “La ovejita que vino a cenar” de Steve Smallman
  8. “Orejas de mariposa” de Luisa Aguilar
  9.  “En busca del beso” de David Melling
  10. “El monstruo de los colores” de Anna Llenas
  11. “Amelia quiere un perro” de Tim Bowley
  12. “Qué es el amor” de Davide Cali
  13. “El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza” de Werner Holzwarth
  14. “Julieta estate quieta” de Rosemary Wells
  15. “Diferente” por Jerôme Le Dorze

Respecto al segundo bloque, formado por libros no literarios, paraliterarios y creados en el aula (por niños y/o profesor), englobaríamos a varios tipos de libros: desde cuentos clásicos y populares, a libros de fábulas, libros que aporten otras cuestiones que no tienen por qué ser literarias, libros con buenas imágenes, libros que diviertan, que asombren, etc. Este apartado es tan amplio, que estará formado desde cuentos clásicos de toda la vida a revistas, comics, libros que traten sobre temas de interés para los niños (ej. Dinosaurios), libros que sean interesantes porque puedan formar parte de un proyecto o unidad didáctica que se esté estudiando en un momento concreto, libros que los niños tengan en casa y deseen aportarlos a la biblioteca de aula, y por supuesto, libros que nosotros mismos hayamos creado, en el aula, con los peques, etc. Por tanto, esta sección, está dedicada a todo lo no literario, pero no debemos confundirlo con un “cajón de sastre” en el que todo vale.

Y, para concluir, no debemos olvidarnos de un tema muy presente. Como hablamos de un colegio bilingüe, donde la presencia del inglés es muy importante, también tenemos que decir que los libros en este idioma también están presentes. Para lectores incipientes, como son los nuestros, quizá resulte aún difícil leer libros en inglés, pero sí podemos ir introduciendo libros más sencillos, con pictogramas que ayuden al niño a descifrar el texto, libros sonoros, cómics sencillos con poco texto y buenas imágenes, etc.

Lo importante, es que a estas alturas tengamos ya un criterio para crear una buena biblioteca de aula, para saber seleccionar libros literarios y no literarios, para que en definitiva, los niños amen la lectura y sean buenos lectores, que es uno de los objetivos más importantes, y sin olvidar, que sobre todo, se diviertan, porque si se divierten, se harán grandes lectores desde muy pequeños.

4.       ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN

Los niños podrán acceder a la biblioteca de aula siempre que lo deseen, tanto en los ratos de juego libre como cuando acaben antes de tiempo sus actividades o por ejemplo los niños que lleguen a clase por la mañana, antes de que empiecen las clases, pueden entrar hasta que las clases comiencen.
Además, en nuestro horario colocaremos todos los días después del segundo recreo (13:00-14:00) una hora que dedicaremos a “La hora del cuento”, que se realizará en el rincón de la biblioteca. Para cada uno de los días elegiremos una estrategia diferente, y así alternaremos las mismas.

Lunes
Cuento folclórico
Martes
Libros literarios
Miércoles
Libros paraliterarios
Jueves
Adivinanza o poesía
Viernes
Libro hecho por los niños

Fuera del aula, en la puerta, colocaremos un buzón en el que todos los días “llegará” un libro o cuento por correo para “La hora del cuento”, así provocaremos esa intriga de qué libro tocará leer hoy. De esta forma, captaremos su atención y conseguiremos motivarles en la lectura.

Durante esta hora, la maestra combinará las estrategias de contar cuentos, leerlos y narrarlos. Esta “hora del cuento” puede servir también para trabajar con los niños el aprendizaje de poesías o de adivinanzas, canciones folclóricas, adaptaciones de textos folclóricos, etc.

Por otro lado, los viernes después del primer recreo, realizaremos el taller de creación de cuentos, en el cual crearemos cuentos con y para los niños que luego pondremos en la biblioteca de aula.
Para finalizar, los niños podrán llevarse libros a casa durante el fin de semana. Dentro del rincón de nuestra biblioteca, tendremos colgadas varias pizarras magnéticas, cada una correspondiente a: “libros literarios”, “libros paraliterarios”, “libros que traen de casa” o “los libros que haremos en el taller de creación de cuentos”. Acorde con el color de cada tipo de libro, pondremos el fondo del color que lleva cada uno de los tipos de libro, por ejemplo: la pizarra donde coloquemos los libros paraliterarios, el fondo será de color verde.

Cada niño tendrá un imán con una forma y color determinado que ellos elegirán al principio de curso. El imán lo encontrarán en la zona de la asamblea donde estén las fotos de todos los niños de la clase. Escanearemos las portadas de los libros para hacer unas fichas que plastificaremos y colgaremos en una cuerdecita que tendremos al lado de las pizarras. Cada “portada” tendrá un agujerito en el centro superior con un pequeño corte para que se puedan colgar y descolgar fácilmente. Cuando el niño tenga su “portada” y su imán, lo colocarán en la pizarra correspondiente, poniendo primero la “portada” y encima su imán para que quede sujeto.

El lunes, cuando el niño devuelva el libro, cogerá el imán y la “portada” y la volverá a colgar en la cuerda. El imán irá a su sitio correspondiente.

5.       DINAMIZACIÓN

La ambientación de la biblioteca, la consideramos como un buen elemento motivador. Este elemento será introducido previamente a su colocación en el aula. Otro elemento a tener en cuenta, es la expectación que rodea al buzón diario situado en la biblioteca. Este buzón contendrá una carta diaria, que llevará escrito el cuento que tocará leer. El encargado del día de la clase, será quien tenga que abrir el buzón y entregar la carta a la profesa, que será la persona encargada de leerla.




En nuestra biblioteca tendremos al Dragón Tragón, nuestra mascota de aula que se vendrá con nosotros a leer todos los días. El Dragón Tragón*, un peluche-marioneta, que utilizará la maestra en determinadas ocasiones, como por ejemplo, para contar historias e introducir a los niños nuevos cuentos.

Por último, es importante que en esta actividad, los padres, participen y se involucren desde casa. Podrán hacerlo enviando cartas en las que seleccionen o propongan algún cuento para leer en clase. Los padres, también deben, en casa, animar a los niños a la lectura a través del cuentacuentos y la lectura; por otro lado, creemos que es importante que los adultos sean un modelo a seguir, también en el ámbito de la lectura en casa. Se propondrá a las familias, la opción de tomar prestado, los viernes, un libro de la biblioteca de aula, para leerlo y disfrutarlo durante el fin de semana, en familia.


*Nota: hemos escogido el Dragón por el dragón del día del lector. 


Webgrafía:

- Apuntes y blogs de ejemplo de la guía de Irune (Luvit)

miércoles, 20 de mayo de 2015

Actividad 4: Creación Literaria


                                                      Creación Literaria


La actividad de este bloque consiste en ser capaces de crear un texto en prosa, uno en verso y un diálogo teatral utilizando distintas técnicas que en general son fáciles y sobre todo muy eficaces. En los tres casos, los textos deben estar adaptados a niños de Educación Infantil, especificando a qué edad van dirigidos. Para la creación  de estos textos he tenido en cuenta que el argumento sea cercano a los niños, que responda a sus intereses, que la estructura sea lineal, sencilla y reiterativa, que los personajes permitan la identificación con el niño, etc.
En el texto en prosa he aportado elementos mágicos pero siempre con un lenguaje adecuado a la edad a la que va dirigido, con frases cortas y párrafos breves.

Respecto a las ilustraciones he intentado que reflejen la historia con una secuenciación correcta para que haya coherencia entre el texto y la imagen, de forma que se complementen y que la imagen sirva de apoyo visual a lo escrito.
 


Creación en prosa

El texto que he creado en prosa, lo he redactado a partir de una historia que me ha contado mi hija y que a ella la contaron en un taller infantil en el Museo de Artes Decorativas. La historia va dirigida a niños de 5-6 años, pero también puede gustar mucho a niños de 4 años por los elementos mágicos de la historia. El cuento se titula "El libro de las historias mágicas" y como bien indica el título, hace referencia a un libro mágico con historias y personajes de cuento. Esta es la historia.


"Marta era una niña a la que le encantaba leer. Leía libros de todo tipo,

grandes y pequeños,
gordos y delgados,
de princesas y dragones,
de risa y de misterio.

Marta leía un libro tras otro.

Un día que estaba en casa de su abuela y llovía sin parar, la abuela la propuso ir a una biblioteca que acababan de abrir en el barrio. A Marta le pareció una idea genial. Las bibliotecas son un gran invento porque puedes leer un montón de libros nuevos allí mismo o llevártelos a casa. Y además son gratis.

Así es que Marta y su abuela se dirigieron a la biblioteca a buscar un nuevo libro.

¡Aquel lugar era fantástico! Estaba lleno de libros, de cuentos, de miles de historias.
 
Había historias de hadas,
de animales,
del espacio,
de cocina....
había de todo, y Marta no sabía por dónde empezar.

De repente, algo llamó su atención. Vio un libro en un rinconcito que parecía llamarla. "¡Qué tontería! ¡Si los libros no hablan!", pensó Marta.

Pero el libro parecía atraerla y Marta se acercó.

Era un libro de terciopelo rojo con letras doradas que se titulaba "El libro de las historias mágicas".





Tenía muy buena pinta y Marta no lo dudó.

Cuando se acercó al bibliotecario, éste la guiñó un ojo y la dijo que había hecho muy buena elección.

Cuando Marta llegó a casa, y mientras su abuela la preparaba la merienda, abrió el libro rojo de terciopelo que acababa de traer de la biblioteca y empezó a hojearlo.

En él había historias fantásticas y divertidas,
de aventuras y de circo,
de animales y princesas,
de príncipes y mariposas....

Marta se tiró toda la tarde leyendo casi sin darse cuenta.

A la hora de acostarse,Marta pidió a su abuela que la dejara leer un poco más, pero la abuela la dijo que tenía que dormir y que leyera sólo una historia más.

Esa noche, Marta se quedó dormida con el libro abierto mientras la luna llena iluminaba el cielo.

Durmió plácidamente y soñó historias fantásticas con los personajes de ese libro.

Soñó con una princesa japonesa y un guerrero ninja,
soñó con las historias del circo,
soñó con hadas, unicornios y mariposas de colores,
soñó con un príncipe...

¡¡Todo parecía tan real!!

A la mañana siguiente cuando se despertó, se levantó muy contenta pensando en las aventuras que había vivido en sus sueños. Y camino de la cocina cuando iba a desayunar antes de irse al colegio, oyó un gran bullicio que provenía de allí.

Se oía la voz de un domador de circo y los leones rugiendo,
a una princesa japonesa tomando el té y a un guerrero ninja haciendo artes marciales,
a un hada rodeada de mariposas y unicornios,
a un príncipe luchando contra un fiero dragón....

¡Todos los personajes del cuento estaban allí, en la cocina de su abuela!

Pero, ¿Qué había pasado? ¿Era magia o estaba soñando aún? ¡Marta no sabía que hacer!

Marta no podía estar más contenta pero la abuela estaba a punto de entrar en la cocina y no sabía cómo iba a explicar aquello si ella misma no tenía ni idea de cómo habían llegado hasta allí estos personajes. Rápidamente los llevó al desván y les pidió que se escondieran  sin hacer ruido hasta que volviera del colegio.

Esa mañana, a Marta se la hizo eterna pensando en todos los personajes que había dejado en el desván de la abuela.

¿Qué estarían haciendo? ¿Estarían jugando? ¿La abuela habría oído algo? ¿Cómo iba a explicar a su abuela que todos los personajes del libro rojo de terciopelo habían salido del cuento y estaban allí, en el desván? ¿Cómo había pasado?

Tenía la cabeza llena de preguntas y estaba deseando volver a casa para jugar de nuevo con todos ellos.

Esa tarde cuando llegó a casa de la abuela, merendó rápidamente y subió al desván a jugar. Cuando llego allí, encontró a todos los personajes que había dejado por la mañana. ¡No había sido un sueño, eran de verdad y estaba allí con ellos!

Marta estuvo jugando con ellos toda la tarde. ¡Fue la mejor tarde de su vida, la más divertida!

Fue domadora de circo,
tomó el te con la princesa japonesa,
aprendió artes marciales con el guerrero ninja,
hizo magia con el hada,
y venció al dragón junto al príncipe más guapo que había visto nunca en su vida!

Marta se divirtió tanto que no quería que acabara nunca aquella tarde, pero sabía que no podía esconder a todos los personajes para siempre en el desván. Así es que con un poco de pena, se despidió de ellos y les hizo prometer que algún día volverían a jugar con ella.

Ahora le quedaba una duda importante, ¿Cómo devolvería a todos los personajes de nuevo al libro?

El hada la dijo que era muy fácil. Tenía que volver a  pintar  a los personajes en las páginas que se habían quedado en blanco y de esta forma volverían a formar parte del libro.

Marta no terminaba de creérselo, pero todo había sido tan mágico y tan increíble que hizo caso al hada e hizo lo que esta le había dicho.

Dibujó a todos los personajes en las páginas del libro que se habían quedado en blanco la noche de luna llena.

Dibujó al domador de circo y sus leones,
a la princesa japonesa y al guerrero ninja,
al hada y a los unicornios,
y al príncipe junto al dragón.

Esa noche Marta se fue a dormir y dejó el libro cerrado a los pies de su cama y soñó de nuevo con todos los personajes que había en el libro rojo de terciopelo.

A la mañana siguiente, nada más despertarse, subió al desván a ver si los personajes seguían aún allí, pero no había nadie. Bajó corriendo a su habitación, cogió el libro y comprobó que las páginas ya no estaban en blanco. Los personajes estaban de nuevo en el libro.

¡Lo había conseguido! ¡Había conseguido devolver de nuevo los personajes al cuento! ¡Menos mal! Por un lado le daba mucha pena despedirse de ellos, pero sabía que debían volver al cuento para vivir de nuevo sus aventuras.

¡Y allí estaban!

Ese día, Marta estaba tan feliz y tan contenta que no pudo evitar contar la historia a su abuela.

La contó que había jugado a ser domadora de circo,
que había tomado el te con una princesa japonesa,
que había hecho artes marciales con un guerrero ninja,
que había luchado junto a un príncipe contra un dragón,

y que había hecho una amiga muy especial, un hada, que siempre iba acompañada de unicornios.

La abuela se reía sin parar con las historias tan divertidas y tan disparatadas de su nieta. Y creía que  Marta tenia esa imaginación gracias a lo mucho que leía.

Esa tarde cuando salió del colegio, fue de nuevo a la biblioteca junto a la abuela a devolver el libro rojo de terciopelo. Cuando se lo entregó al bibliotecario, la guiñó un ojo y la dijo que estaba seguro de que el libro la había encantado. Que otro día se lo podría llevar otra vez y que ahora le tocaba tenerlo a otro niño.

Marta guiñó un ojo al bibliotecario y se fue muy feliz pensando en la historia que había vivido. Y que igual que ella, otros niños vivirían cuando se llevaran a casa el libro rojo de terciopelo."

 
Así es que, si un día vais a la biblioteca y veis un libro que os llama la atención, cogedlo, porque nunca se sabe si puede ser un libro mágico como "El libro de las historias mágicas".
 

 
Creación en verso

Respecto a la creación en verso, he usado dos estrategias, por un lado me he basado en la idea más sencilla que comentó Irune en clase cuando puso el ejemplo de coger un tema y añadir de forma consecutiva adjetivos, sustantivos, etc. De hecho, también se titula "Mi mamá es..." pero con un toque  más humorístico.
En este caso, va dirigido a niños de 3-4 años, y equipara a las madres  con un superhéroe que es capaz de hacer de todo y que vale para todo. La estructura es la siguiente:  "Mi mamá es..." y a continuación dice con una o dos palabras y un pictograma lo que es capaz de hacer, desde ser enfermera, cuentacuentos, chófer, organizadora de eventos, etc. Lo termino con una frase sencilla que lo resume todo: "Mi mamá es una superhéroe".
 

"Mi mamá es...."

Organizadora de eventos
Cazadora de monstruos
Peluquera
Cantante
Animadora
Cuentacuentos
Nutricionista
Chófer
Diseñadora de modas
Enfermera

¡Mi mamá es una superhéroe!
 
 
 
 







La otra estrategia que he usado es el encadenamiento, es decir, la segunda frase comienza con la palabra de la frase anterior. En este caso, va dirigido a niños de 4 años. El resultado es muy divertido. Respecto al formato, es cómodo, fácil de manejar (22 cm x 22 cm) y ligero. Faltan algunos detalles para acabarlo. En cuanto esté, cuelgo las fotos en el blog. El texto en verso encadenado se titula "El cohete es azul".

"El cohete es azul.
Azul es el color preferido de mi madre.
Mi madre hace la mejor tortilla de patatas.
La tortilla de patatas me da alergia.
La alergia me produce sarpullidos.
Los sarpullidos me los curó un médico.
El médico probó un experimento.
El experimento se transformó en un koala.
El koala se subió a un cohete.
El cohete es azul".




Además de estas dos técnicas me he puesto a prueba a mí misma inventando un par de cosas muy sencillas. Los dos textos van rimados, o al menos, lo he intentado sin caer en un ripio (¡espero!). Uno es una historia rimada para peques de 3 años, con una temática cercana a esta edad, poco texto y apoyado por imágenes, que habla de una mariquita que se llama Rita y el otro es para peques de 3/4 años y es una típica  y breve conversación madre e hijo sobre lo que hay para comer o la discusión típica a la hora de irse a dormir. Cualquiera de las técnicas que vienen explicadas para hacer este tipo de creación son más fáciles y tienen mejores resultados, pero no me quería quedar con las ganas de intentarlo.
 

La primera historia en verso que he creado se titula "Rita la mariquita".

"Esta es Rita,
la mariquita.

Rita vuela,
canta, baila,
y huele una azalea.

Un día
hubo una tormenta,
realmente
¡Fue tremenda!

Mojó a Rita
las antenas
y patitas.

Pero a Rita
no importó
porque aún más brillante
quedó".
 
Este texto, el de "Rita la mariquita", lo he pasado a formato libro. Como va dirigido a pequeños de 3 años, lo he creado pensando en esta edad, es decir, libro manejable, ligero, que se pueda "limpiar" fácilmente, con portada y contraportada de "goma eva" y con las páginas del interior plastificadas. Es un texto sencillo, acompañado por imágenes de "goma eva" de una manera muy gráfica.
Es un libro fácil de crear y manipular, resistente y barato. Con este formato podemos crear libros de forma rápida y sencilla según el proyecto que estemos trabajando, o un tema que haya surgido en clase, porque permite hacerlo para cualquier tema de forma rápida y vistosa para los más pequeños.










El otro texto en verso es una breve conversación madre hijo:

Hijo: "Mamá, tengo hambre
Mamá: Hay coliflor
Hijo: Ya no tengo hambre, prefiero comerme una flor".       

Hijo: "Mamá, tengo sed
Mamá: Hay agua con selz
Hijo: Ya no tengo sed, prefiero beberme el agua del pez".

Hijo: "Mamá, tengo sueño
Mamá: Vete a la cama
Hijo: Vente conmigo...
Mamá: Un cuento, un beso y hasta mañana".
 
Quería comentar algo más sobre la creación de libros para clase, y es que aunque en esta actividad sólo me ha dado tiempo de hacer un par de libros, tengo en proceso alguno más. Estoy probando otros formatos y materiales y en cuanto los tenga terminados pondré fotos en el blog y comentaré cómo lo he hecho, qué materiales he utilizado, si son resistentes y duraderos para el aula, etc. Porque la única manera de saber si un formato funciona es hacerlo, probarlo y ver si realmente cumple con los requisitos necesarios.
 


Creación dramática

Por último, queda la creación teatral. Bajo mi punto de vista es la más complicada de realizar. Me he basado para hacerla en el binomio fantástico de Rodari, tomando  dos palabras sin relación y creando un dialogo entre ellas que es puro absurdo pero que a los peques de 4-5 años les puede gustar. He cogido la palabra "bigote" y "extraterrestre", y he creado una conversación entre la familia Bigote, formada por el Sr. Bigote y sus dos hijitos, Pequeño Bigote y Pequeño Bigotín, y Flik, el extraterrestre. He pensado en una conversación divertida y disparatada que tendría un padre con sus dos hijos pequeños al encontrarse con un extraterrestre.



"La familia Bigote y el extraterrestre".


SEÑOR BIGOTE: ¡Mirad pequeños bigotitos, algo ha caído del cielo!
PEQUEÑO BIGOTE: ¿El qué, papa?
PEQUEÑO BIGOTíN: Yo no he visto nada.
PEQUEÑO BIGOTE: Ni yo, papi.
SEÑOR BIGOTE: Sí, ahí. Sale humo. Vamos a ver qué es eso.
EXTRATERRESTRE: ¡Hola! ¿Dónde estoy? ¿En el planeta patata? ¿En el planeta pelos locos? ¿Quiénes sois, pequeños seres extraños?
PEQUEÑO BIGOTíN: ¿Pelos locos? ¿Se refiere a nosotros, papi?  ¿Nosotros somos los pequeños seres extraños?
PEQUEÑO BIGOTE: Pero, ¿Qué tenemos de extraños, papi?
SEÑOR BIGOTE: Nada hijo, somos una familia bigote de lo más normal. El extraterrestre se ha dado un golpe en la cabeza al estrellarse su platillo volante y no sabe lo que dice. Vamos a hablar con él a ver que quiere y que intenciones tiene. ¡Es muy raro, hijos! ¡No tiene bigote!
EXTRATERRESTRE: Ho-la.
SEÑOR BIGOTE: Ho-la, so-mos la fa-mi-lia bi-go-te. ¿Quién e-res tú?
EXTRATERRESTRE: (¡Uy, qué gente más rara!, piensa el extraterrestre). Hablan raro,  no tienen antenas, no son de color verde ni tienen trompetilla. Voy a hablar con ellos a ver si son amistosos, y si no, les dispararé con mi rayo laser.
EXTRATERRESTRE: Hola, soy Flik. Vengo en son de paz (haciendo el gesto de paz de los hippies).
SEÑOR BIGOTE: ¿Qué eres? ¿Un extraterrestre?
EXTRATERRESTRE: No, yo soy normal. Y vosotros, ¿Que sois, extraterrestres?
SEÑOR BIGOTE: No, somos normales, la familia Bigote, que vive en la ciudad Bigote, en el país Bigote y el planeta Bigote. Lo normal.
EXTRATERRESTRE: ¡Vaya, ya me parecía raro vuestro aspecto!. Yo iba buscando el planeta gafas, porque últimamente no veo muy bien, pero me he confundido con el mapa estelar y he aterrizado de emergencia aquí. ¡Ya os veía un poco raros!
PEQUEÑO BIGOTE: ¿Raros? No entiendo nada, papi, pero parece simpático este "bichito".
SEÑOR BIGOTE: Señor extraterrestre,  nosotros somos la familia Bigotes. Bigotes normales en Bigotelandia. Aquí todo el mundo tiene bigote: la gente, los perros, las casas, los arboles… todo!
PEQUEÑO BIGOTE: Tu sí que eres raro, que no tienes bigote.
EXTRATERRESTRE: ¡Vaya!, mirándolo así, sí que soy raro. En mi planeta todos somos verdes, con antenas y trompetilla.
SEÑOR BIGOTE: Pues nada, no te preocupes, te buscaremos un bigote postizo mientras  estés aquí para que pases desapercibido.
EXTRATERRESTRE: Me parece buena idea. Me quedaré con vosotros hasta que arregle el platillo volante.
SEÑOR BIGOTE: Mira Flik, llevo uno en la mochila.
EXTRATERRESTRE: A ver, a ver... ¡Pero si me queda estupendo! Parece que el bigote es mío de verdad!
PEQUEÑO BIGOTE: ¡Estás guapo!
PEQUEÑO BIGOTíN: ¡Muy guapo!
SEÑOR BIGOTE: Pues sí que estas guapo. Nada, no te preocupes, hasta que arregles tu nave te vienes a Bigotelandia. Nadie notará que eres un extraterrestre.
EXTRATERRESTRE: Llevas razón, nadie lo notará. Me voy con vosotros… Pero para una larga temporada porque yo ya no me veo sin bigote. ¡Me encanta!
SEÑOR BIGOTE: ¡Bienvenido, bigote extraterrestre!
EXTRATERRESTRE: ¡Gracias, familia Bigote!
FAMILIA BIGOTE: Un beso y un abrazo, ¡Pero con el bigote, claro!


Bibliografía:
"Gramática de la fantasía", G. Rodari

Acróstico Paola

                                                 EL DIA QUE NACIO PAOLA

El día que nació Paola pilló a todos por sorpresa. Era 1 de enero y aún no habían pensado un nombre. Pero cuando su madre la tuvo en brazos, vio a la niña más bonita del mundo. Tenía una cara angelical, mirada orgullosa y era liviana pero lustrosa. Así es que su madre lo tuvo claro, la pondría PAOLA.
 
P de PRECIOSA 
A de ALEGRE
O de ORGULLOSA
L de LINDA
A de ANGELICAL


viernes, 1 de mayo de 2015

Actividad 3: "La hora del cuento"

LA HORA DEL CUENTO
 

CUENTACUENTOS

Uno de los principales objetivos de este bloque es conocer y usar adecuadamente las distintas estrategias en las formas de transmisión literaria dentro del ciclo de Educación Infantil. Contar un cuento, narrar una historia con imágenes o leer un texto literario son distintas formas de transmisión, que bien hechas, captarán de inmediato la atención del niño.
Da igual la técnica que empleemos, porque todas son válidas. Dependerá de la historia que queramos contar, de la edad de los niños, de si estamos en el aula o estamos contando el cuento antes de dormir. Lo importante es hacerlo bien.
Y hacerlo bien es hacer que los niños se diviertan, se sorprendan de lo que ocurre, participen en la historia, anticipen lo que va a suceder, piensen y se pregunten cosas, pero sobre todo, que se diviertan y que hagan suya la historia.
De las tres estrategias que hemos visto, he elegido el cuentacuentos por varios motivos. El primero porque llevo toda mi vida escuchando historias a mi madre, mis abuelas y mis tías. Cuentos de toda la vida, historias de miedo, historias reales e inventadas. Aunque ahora he descubierto la literatura infantil, las historias que me han transmitido oralmente forman parte de mi infancia. Los libros de autor que ahora conocemos simplemente no existían.
Ahora soy yo la que cuenta historias a mi hija, y la verdad es que disfruto muchísimo haciéndolo.
El otro motivo que me ha llevado a elegir el cuentacuentos es que aunque me parece más arriesgado, disfruto mucho más interactuando con los niños, imaginando situaciones y personajes, transmitiendo emociones, improvisando con ellos mientras voy narrando una historia. Creo que es la técnica más enriquecedora porque te permite contar la misma historia cada vez de forma diferente. Y precisamente de eso se trata, de enriquecer, matizar o añadir cosas distintas cada vez que contamos un cuento.
De las muchas historias que me han contado, he elegido "El lobo y los siete cabritillos". Creo que es una historia muy apropiada para niños de cuatro años, tanto por su temática, por la fantasía, por el animismo que se desarrolla a lo largo de la historia, por las situaciones que se plantean y por cómo se resuelven con un final feliz. Es una historia que a los niños les divierte mucho porque cuando se cuenta, no necesitamos imágenes de ningún tipo, simplemente con lo que se va contando, con los silencios y las pausas en los momentos idóneos para crear intriga o tensión, con los distintos tonos de voz, con la sorpresa y con la imaginación, el niño crea sus propias imágenes y escenas. El niño se imagina perfectamente a los siete cabritillos blanquitos, pequeños e indefensos frente a la garra peluda, negra y gigante del lobo cuando asoma por debajo de la puerta. Esa capacidad de imaginar  y crear es la que podemos ofrecer con un cuentacuentos.
 
El cuento de "El lobo y los siete cabritillos" cuenta la historia de mamá cabra que vivía con sus siete cabritillos. Un día la mamá tiene que salir a comprar y deja a los cabritillos solos en casa. Antes de irse, les advierte de la presencia del lobo y de que no abran la puerta porque el lobo se los querrá comer. El lobo, que está al acecho, intenta engañar a los siete cabritillos con distintas estratagemas para que los cabritillos le abran la puerta haciéndose pasar por mamá cabra (cambiando el tono de la voz, metiendo la pata en harina para ponerla blanca, etc...). Los cabritillos confiados en que es su madre abren la puerta al lobo y se los come a todos excepto al pequeño que logra esconderse en el reloj de cuco. Cuando llega mamá cabra a casa, el pequeño cabritillo le cuenta lo que ha sucedido. Mamá cabra se dirige al lobo, que esta durmiendo bajo un árbol, le abre la tripa, saca a los cabritillos sanos y salvos y le llena la tripa al lobo de piedras para que no se de cuenta del engaño. Cuando el lobo se despierta, tiene mucha sed, se dirige al río a beber agua, pero está tan pesado por las piedras que cae al río y se lo lleva la corriente. Todos los cabritillos se reúnen con mamá cabra y acaba la historia con final feliz.
En este cuentacuentos, he interactuado con mis compañeras (como si fueran los niños)  desde el principio hasta el final de la historia. Primero para involucrarlas en el cuento. Lo he hecho con preguntas abiertas y cerradas, dándolas pie a que me den respuestas y que participen, he descrito situaciones y personajes, la casa donde vivían, cómo eran los cabritillos, que características tiene el lobo, lo que dice mamá cabra, la canción que les canta para tranquilizarles, el uso de pausas para generar expectación o tensión, las onomatopeyas, las distintas voces para ponerle cara a los distintos personajes, miradas, exclamaciones etc. Es decir, he usado recursos variados para recrear la historia, desde la modulación de la voz, acompañada de gestos, como el uso de distintos ritmos de voz, para crear un ambiente, una atmósfera, que es la que da vida al cuentacuentos junto a la participación activa de los niños.
 

Empecé la historia preguntando, "¿Conoceis la historia de "El lobo y los siete cabritillos"?" Unos dirán que sí y otros que no pero es un buen momento para que los niños que sí la conocen te "ayuden" a iniciar y desarrollar la historia e inviten a los demás a hacerlo. A describir al lobo, qué quiere hacer con los cabritillos, cómo son, etc. Y arrancas de manera sencilla la historia: "Había una vez una mamá cabra que vivía en una casita en el bosque junto a sus siete cabritillos". Y ya desde este momento, preguntas a los niños si han visto una cabrita,  cómo son sus crías, describes a la mamá con sus pequeños, lo que hacen, si juegan, qué hubieran hecho ellos, cómo engañarían al lobo, etc. Desde el principio, los niños son los primeros que van a participar en la historia y van a dar lugar al desarrollo del cuento. Todo lo demás, depende de los recursos que nosotros utilicemos. Por ejemplo, yo he usado una voz dulce y melodiosa para mamá cabra y una voz ronca y fuerte para el lobo. He utilizado también onomatopeyas, me he ayudado de gestos para enfatizar situaciones, he usado sonidos, por ejemplo, cuando el lobo llama a la puerta. El tono de la voz, los distintos ritmos, etc., son fundamentales para dar acción a una situación, igual que el uso de los silencios o las pausas cuando quieres crear intriga. También he adaptado el lenguaje a la edad de los niños, igual que las expresiones, incluso he introducido algunas palabras de uso común en el lenguaje que usamos habitualmente. Y por último, aporté un elemento sorpresa que fue una garra de lobo negra y con grandes uñas  (de un disfraz) que saqué en un momento de máxima tensión y resultó bastante divertido una vez se pasó el susto inicial.

En definitiva, se trataba de transmitir emoción, de divertirse, de meterse de lleno en la historia y de crear un ambiente mágico usando los recursos que disponemos sin necesidad de ayudarnos continuamente de libros o de imágenes, que creo que usamos demasiado, olvidándonos de nuestra propia imaginación y capacidad de crear.
Respecto a mi grupo, tuve mucha suerte con María Catasús y Ana López porque me dieron un feedback muy positivo y a la vez constructivo indicándome que suavizara un poco la expresión de mamá cabra cuando abre la tripa al lobo y me animaron a usar la canción de mamá cabra una o dos veces más en el cuento. Ellas por su parte, con la narración con imágenes en el caso de María ("La ovejita que vino a cenar") y de la lectura de Ana, ("El pez arcoíris") lo hicieron estupendamente. Si siguen haciéndolo así, estoy segura de que en el futuro sus alumnos estarán deseando que llegue "La hora del cuento".
Después de mi grupo me dio tiempo de hacer una segunda ronda de cuentacuentos con Roberto y Sara y también les gustó mucho cómo conté el cuento. Roberto y Sara fueron muy divertidos y lo hicieron estupendamente. Disfruté mucho con la actividad y creo que se nota cuando haces algo que te apetece. También tengo que decir que además de gustarme, tengo una ventaja y es que al tener a mi hija, tengo la oportunidad de contar cuentos, narrar historias o leer libros prácticamente todos los días. No creo que cuente historias especialmente bien pero la práctica te da ideas, soltura y aprendes a hacer las cosas un poco mejor.
Desde que tengo a mi hija he tenido la suerte de asistir a unos cuantos cuentacuentos, y realmente es impresionante ver como los contadores de historias dominan las distintas técnicas y estrategias a la hora de relatar una historia. Cada uno con su estilo, pero puedo decir que los buenos cuentacuentos dejan a mayores y pequeños con la boca abierta. Si alguna vez alguien tiene la oportunidad de asistir a un cuentacuentos (de adultos y de niños) y tiene la suerte de ver a gente que hace de esta profesión un arte, comprenderá lo que estoy diciendo. Te olvidas por completo de dónde estás y sólo quieres escuchar más y más historias.

Me gustaría comentar un par de cosas más como reflexión personal. Por un lado, con este bloque he podido conocer distintos recursos en las formas de transmisión literaria. Pero lo más importante es saber utilizar adecuadamente cada técnica según las circunstancias que tengamos, sobre todo, teniendo en cuenta a la edad que va dirigido, cómo es el grupo al que voy a transmitir la historia (más o menos amplio, en un aula, en un espacio más reducido y más íntimo, etc). Y por último y no menos importante, saber transmitir una historia para que los niños la disfruten. Por tanto, creo que tenemos que tener en cuenta varios aspectos: tenemos que conocer y manejar distintas técnicas, saber que estrategia es la más adecuada según las circunstancias, aprender a transmitir, a crear un ambiente mágico, a involucrar a los niños en la historia, que la sientan, que la vivan, porque si hay un objetivo principal, es el de hacerlos disfrutar con una buena historia. Si además logramos que se acerquen al mundo de la literatura y que disfruten de una buena lectura, habremos alcanzado un reto bastante importante.
Por último quería comentar que además de este taller con mis compañeros, en el cual me lo pasé muy bien tuve la oportunidad de ir a la clase de mi hija el Día del Libro a contar unas cuantas historias. La experiencia fue muy positiva, disfruté muchísimo, pero también es cierto que son un "público" exigente. Y si algo aprendí el otro día contando cuentos a los niños es que hay que tener las ideas claras, cuantos más métodos y estrategias conozcamos mejor, no se debe dejar resquicio a la improvisación cuando contamos una historia, y que aunque parezca que un cuento sale solo, hay que llevarlo muy bien preparado. Pero sobre todo, hay que tener ganas de disfrutar y de pasarlo muy bien.

Y como dicen los niños:  "Colorín, colorado, este cuento se ha acabado".


Bibliografía:
G. Rodari,  "Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias".
A. Pelegrín,  "La aventura de oir"