lobo y caperucita

lobo y caperucita

martes, 21 de abril de 2015

Día del libro

                                                             DÍA DEL LIBRO

 
                                                           
 

La Noche de los Libros se celebra en Madrid el 23 de abril, coincidiendo con el Día Internacional del Libro. Este año se cumple su décima edición y bajo el lema "10 años celebrando el libro" , la ciudad estará invadida de autores, libros y letras.

El Salón de Lectura al  Aire Libre, un espacio de encuentro y disfrute del libro en el que se podrá leer y participar en las distintas actividades, y la programación de En la Calle, actividades lectoras en distintos puntos de la ciudad, son las dos grandes novedades de este año.

Madrid es la comunidad autónoma con mayor índice de lectores: convocamos a todos ellos a acercarse el 23 de abril a las bibliotecas, librerías, centros culturales, museos, espacios alternativos, asociaciones y demás agentes culturales de la ciudad. Allí encontrarán lecturas, conversaciones, teatro, conferencias, música, firmas, exposiciones, talleres y muchas más actividades. Además, los libros se venden con un 10% de descuento.

¡Hay mucho que hacer, disfrutar y celebrar en La Noche de los Libros!
 
Si quereis más información, podeis entrar en la página www.madrid.org.

Además de esta página, hay un montón de actividades en librerías, centros culturales, etc. También hay programación infantil en muchos sitios. Así es que no hay excusa.




 
 
 

 
 
 

 

lunes, 13 de abril de 2015

Actividad 2: Adaptación cuento "Rosalinda y los siete bandoleros"


   ANN, LA PRINCESA PIRATA”  
 
Hace mucho, mucho tiempo, en un lejano país rodeado  de un gran mar lleno de islas, un gran rey vivía y gobernaba junto a la reina más bella y bondadosa que jamás se haya conocido. Era un rey generoso que se preocupaba de que los habitantes de aquellas tierras vivieran felices y tuvieran todo lo que necesitaban. Gracias a esto, el pueblo se sentía escuchado y amaba a su rey y a su reina.
Los queridos reyes tuvieron una hermosa hija a la que llamaron Ann. El día de su nacimiento, las campanas repicaron de alegría y se celebraron grandes fiestas.
Aquella alegría por todos compartida duró poco tiempo porque la reina cayó enferma y a pesar de que los sabios y los médicos de la corte fueron consultados, ninguno de ellos encontró una solución para paliar su enfermedad.
La reina, que veía aproximarse su fin, quiso pasar sus últimos momentos con su hija Ann a quien la regaló su más preciado tesoro, el colgante que todas las mujeres de su familia habían llevado durante siglos. Ann, entre lágrimas por la tristeza de perder a su madre, le prometió que jamás se quitaría aquel colgante y que todos los días de su vida pensaría en ella.
Mientras la pequeña Ann superaba la muerte de su madre, creció entre los grandes valles y acantilados rodeada de los cortesanos que la querían y la mimaban igual que su madre.
Pasó el tiempo y el rey se casó para darle una nueva madre a su pequeña y adorada hija. La nueva reina, lejos de querer a la pequeña Ann, vio cómo la joven se iba haciendo cada vez más bella, y la envidia y los celos se apoderaron de ella. Cuando su maldad se hizo tan grande que no cabía en el castillo, hizo llamar a su criado de más confianza para que la arrojara al mar y así terminar de una vez por todas con la niña.
El criado, esperó al amanecer y se llevó a la pequeña como tantas otras veces a pescar en uno de los barcos. Cuando tuvo que arrojarla al mar, le inundó una gran pena y explicó a la pequeña los planes de su madrastra. Con lágrimas en los ojos, el criado dejó a la niña a la deriva en un pequeño bote con la intención de que se escondiera en alguna isla cercana y que nunca más regresara al castillo porque su vida peligraba.
Mientras navegaba en el bote, una gran tormenta se desató, y el frío y el miedo hicieron que Ann se desmayara y navegara sin rumbo.
De repente, un barco apareció en el horizonte. Un barco en el que no ondeaba la bandera del reino sino una bandera pirata. En él navegaban Rob Roberts y sus seis hermanos.
Todos eran nobles caballeros que se habían visto obligados a abandonar su castillo y sus posesiones para luchar contra el malvado gobernador, que desde hacía unos años robaba a los campesinos a espaldas del rey para enriquecerse. Rob y sus hermanos saqueaban los barcos del gobernador para repartir  el botín con el pueblo. 
Los siete piratas rescataron a Ann del bote y la llevaron a su barco, donde la cuidaron, le curaron las heridas y la dieron de comer y beber.
Al principio, los hermanos de Rob se mostraron recelosos con la joven. Ahora eran piratas, corrían el riesgo de ser apresados y no podían llevar a la joven en su barco. Pero cuando Ann les contó su historia, y quien era, todos se apiadaron de ella y los terminó convenciendo para quedarse con ellos.
Con el tiempo, Ann se convirtió en una más de la tripulación. Se ganó el respeto y el cariño de todos, en especial de Rob, del cual estaba enamorada. Rob también se había enamorado de Ann, pero aún no se había atrevido a decírselo.
Fueron pasando los días, las semanas, los meses y los años.
Un día, mientras Ann repartía el botín en una aldea muy pobre, Rob fue capturado junto a sus hermanos por el gobernador.
Ann decidió entonces enfrentarse con su pasado y visitar al rey. Sin perder tiempo, se dirigió al castillo y sorteando a la malvada reina, llegó a ver al rey, que no la reconoció. Sólo cuando le enseñó el colgante consiguió entender que su hija no estaba muerta como él pensaba y escuchó todo lo que su joven y bella hija tenía que contarle: la trama de la madrastra, las fechorías del gobernador, la valentía del pirata Rob y sus hermanos....
El rey, que había vivido triste y deprimido desde que había perdido a su hija, poco a poco fue recuperando las ganas de vivir. Lo primero que hizo fue mandar a una isla desierta y aislada a la malvada reina y al gobernador. A Rob le nombró nuevo gobernador y a sus hermanos les nombró consejeros del reino.
Cuando el pueblo volvió a recuperar la felicidad y la confianza en el gran rey, Ann y Rob se casaron. Fueron muy felices y conservaron la bandera pirata como símbolo de su amor.
Todo el mundo la recuerda desde entonces como Ann, la princesa pirata.

 
 


 La adaptación de esta historia está pensada para niños de 5-6 años. Con esta edad:
 
. Los niños ya tienen un mayor interés en narraciones más largas.
. Son capaces de seguir el relato con más atención, aunque continuamos con una estructura secuencial lineal y sencilla. Comprenden mejor la acción que transcurre en la historia que se cuenta.
. Los personajes son fácilmente reconocibles e identificables.
. Respecto al vocabulario, poseen un vocabulario más extenso. Pero además, la incorporación de nuevas palabras permite desarrollar aún más el lenguaje, con lo cual, palabras que son desconocidas se entienden por el contexto narrativo.
. El estilo es claro y directo, pero más enriquecido.
. El argumento es más elaborado.
 
Respecto a los cambios realizados, he tratado de mantener la estructura original del relato, respetando la historia, los roles de los personajes, el hilo argumental, etcétera. Es decir, he mantenido el "fondo" de la historia con otra "forma". Los personajes, en el fondo, son los mismos y representan sus papeles exactamente igual: sus motivaciones, su personalidad, es la misma.
 
 
Los cambios que he realizado se refieren más a la "forma": los personajes tienen otros nombres, la historia se desarrolla en otro lugar, etc, pero el esqueleto es el mismo.
 
Los personajes principales son el rey, la madrastra, la heroína y el príncipe junto a sus hermanos. Da igual que sean bandoleros o caballeros piratas, que la historia se desarrolle en Sierra Morena o en Gran Bretaña, que se escondan en una cueva o en un barco, porque la historia y los personajes son los mismos y el rol que representan es el mismo: el rey tiene una hija joven y bella, la madrastra es malvada y envidiosa, trata de deshacerse de ella, el pirata y sus hermanos la salvan y por último se hace justicia y cada uno acaba ocupando el lugar que le pertenece. Los buenos triunfan y los malos son castigados. Esa es la base de la historia.
 
Otros cambios que he realizado:
 
. He dado énfasis en las características de los personajes con la adjetivación ("la reina más bella y bondadosa", "gran mar", "queridos reyes", "pequeña y adorada hija", "nobles caballeros", etc). Con esto, he pretendido darle relieve a los personajes, darles una personalidad, que tengan unas características personales, que describan cómo es cada uno de ellos. De forma que los niños identifiquen claramente que tipo de personaje es cada uno.
 
. He puesto nombre a los personajes principales, Ann y Rob, y he obviado el resto de los nombres. Por una parte resalta el nombre de los protagonistas de la historia y por otro lado, creo que carece de interés para los niños y que se pueden perder con los nombres de los reyes, de la madrastra y de los siete hermanos. En muchas de las historias que conocemos, todos somos capaces de recordar el nombre de la protagonista (Cenicienta, Blancanieves, Caperucita.... y puede que de algún príncipe) pero casi nadie recuerda el nombre del rey o de la madrastra porque son personajes fundamentales y necesarios en la historia, pero los auténticos protagonistas son la heroína, el príncipe, etc.
 
. No he querido omitir el tema de la muerte ni de la enfermedad en ningún caso porque creo que se puede tratar cualquier tema con los niños, siempre que lo hagamos atendiendo a su edad y a sus  características evolutivas. Todos los temas están ahí y el hecho de no hablar de ellos no hace que no existan. Es mejor tratarlos con naturalidad y normalizar situaciones de la vida. Podemos usar un eufemismo o un sinónimo para hablar de la muerte si queremos hacerlo, pero los niños a esta edad ya saben algo de la muerte, por una mascota que ha muerto, o por el abuelo de otro niño que puede haber fallecido.
 
. He mantenido la personalidad de los personajes, sin matices, para que los niños diferencien claramente el papel que representa cada personaje. Pero sí he dado un toque más romántico y justiciero a los piratas, justificando en parte que el robo sólo lo hacían a los barcos del gobernador y para repartir el botín entre los más necesitados, lo que hace, que un papel en principio no del todo bueno, sea más amable  y nos haga empatizar con su papel de piratas.
 
. También he cambiado la ubicación física de la historia, por un lugar más lejano e impreciso, pero manteniendo personajes que todos los niños reconocen y que son clásicos de cualquier narración: reyes, princesas y piratas. Cualquier niño de esta edad está familiarizado con castillos, reyes, y piratas. He introducido palabras referentes al tema, que algunas serán desconocidas para los niños (ondear, botín, saquear...)  pero que por el contexto narrativo las entenderán perfectamente.Y por otro lado, es una historia en la que todos en mayor o menor medida se pueden ver identificados con un noble caballero, un pirata justiciero pero bondadoso o una princesa bella pero valiente. Es importante también que intentemos que la historia guste a la mayor parte de los niños. En esta edad, a las niñas les encantan las princesas y a los niños los caballeros o piratas. No tiene por qué gustar a toda la clase, pero intentaremos que la historia guste  a muchos de ellos.
 
En conclusión, cualquier historia, ya sea cercana o lejana, de caballeros o piratas, de princesas bondadosas y de madrastras malvadas, la podemos hacer mágica si hacemos que los niños la sientan, la "vean" y la disfruten con un toque de emoción, misterio o amor.
 
Bibliografía:
 
"Gramática de la fantasía" Introducción al arte de contar historias, Gianni Rodari
"Morfología del cuento", Vladimir Propp
"Psicoanálisis de los cuentos de hadas", Bruno Bettelheim